Voy a procurar ser breve para expresar mi opinión sobre este tema.
En primer lugar me gustaría destacar el compromiso de la ciudad de Barcelona con su red de recarga. Si, ahora es momento de criticar al Ayuntamiento por estas nuevas tarifas, pero creo que no hay que olvidar que si se puede criticar que hayan pasado a ser de pago y a ese precio, es “gracias” a que hasta ahora eran gratuitos. Barcelona ha sido pionera en la implantación de una red de carga pública, de la que muchos usuarios llevamos años beneficiandonos, y creo que esto es innegable, solo hacia darse una vuelta por Electromaps hace unos años para comprobarlo. Recuerdo una noticia de poco después de comprar mi primer VE (2014) que hablaba de los puntos de carga rápida en España. Decían que había 11, 11 en toda España; pues 10 de ellos estaban en Barcelona. Y gratuitos.
No me parecía justo empezar la critica sin poner esto de relieve. Creo que es justo hacerlo, y que hay que poner las cosas en contraste.
Dicho esto, soy de los que hace tiempo que piensan y defienden que era necesario que se estableciese algún sistema que regulase de mejor forma el uso de los puntos de la red pública de la ciudad, hasta ahora gratuitos. No hablo directamente o únicamente de pago, aunque podría ser una de las formas. Partiendo de que muchas veces lo “gratis” acaba trayendo problemas o deficiencias, creo que el sistema actual de gratuidad “absoluta” y falta de control de uso, por decirlo de alguna forma, presenta todo un seguido de inconvenientes. Por enumerar algunos:
- Desincentiva la inversión privada en puntos de recarga. ¿Quién va a gastar dinero un punto de recarga de pago en una zona llena de puntos gratuitos? Alguno habrá, pero creo que menos de los que habría. Eso si, también hay que tener en cuenta que las ciudades son un caso especial por la complejidad de instalar puntos privados…
- Desvalora el servicio. Desgraciadamente creo que todos estaremos de acuerdo en que, cuando algo es gratuito, no se acostumbra a valorar tanto. Esto puede llevar a que algunos hagan uso de ese servicio sin valorarlo lo suficiente. Por poner un ejemplo, un usuario que utiliza un punto de recarga rápida de 50 kW para cargar a 2 kW creo que no pone valor en el coste del servicio.
- Incentiva el abuso. Un poco en relación con el punto anterior. Que cargar en la calle sea infinitamente más económico que cargar en casa puede llevar a que algunos se quieran ahorrar unos pocos euros cargando ahí. Es evidente, no es lo más cómodo, pero alguien puede pensar que “si son gratis, es para eso”. En mi opinión, creo que no son para eso, y creo que hay que buscar una manera de evitar que eso ocurra.
Y muchos más de los que podríamos hablar. A parte, no hay que olvidar que quizá habría que entrecomillar ese “gratis” cada vez que nos referimos al coste de la recarga. Como todo servicio público lo pagamos entre todos, y esa ya es razón suficiente como para que se controle su uso/abuso.
Y volviendo al tema principal del hilo,
no estoy de acuerdo con el sistema de tarifas anunciado. En mi opinión, el objetivo del Ayuntamiento debería ser incentivar la movilidad eléctrica, y esos precios anunciados creo que no cumplen con el mismo. Entiendo que tengan ciertas razones para pensar que es mejor empezar a cobrar por la recarga, seguro que muchas las comparto, pero no el precio, ostensiblemente mayor que el de la mayoría de redes de carga privadas. Y el mayor problema es que (opinión personal) creo que han puesto un precio muy superior al que les ofrecería un mayor beneficio, y ese me parece sin duda el mayor error, y confio en que si realmente es así, esto sirva para que acabe habiendo un cambio en el precio.
Sobre el mantenimiento no hace falta decir que es algo primordial, pero no ahora que van a ser de pago, si no siempre. Detrás de cada punto de carga hay una inversión pública de miles de euros; cada dia que pasan sin poderse usar es dinero público malgastado, tirado a la basura, sean gratuitos o no.
Y otro tema que creo que también haría falta plantear es el del modelo de red de recarga que se está potenciando. Anteriormente si disponías de un turismo eléctrico tenías dos posibilidades para cargarlos en puntos en superficie dela ciudad de Barcelona. Por una parte, postes de recarga lenta, ya fuesen con Schuko o Tipo 2, con un tiempo limitado a 2h, y por otra, puntos de carga rápido con un tiempo limitado a 30 minutos. Llegó un momento hará un par o tres de años que los puntos de recarga lenta empezaron a desaparecer para turismos. Algunos se convirtieron a puntos exclusivos para motos, otros, directamente, desaparecieron del mapa (si, con la implantación actual del VE y aún se les ocurre eliminar puntos de carga…). Ahora disponemos de unos 25 puntos de recarga rápida por la ciudad, que según dicen se ampliarán en 16 más este año. ¿Qué modelo de recarga queremos para nuestra ciudad? ¿Realmente necesitamos docenas de puntos de carga rápida por toda la ciudad, o seria conveniente plantear instalar también puntos de carga lenta, de un coste ostensiblemente inferior? ¿Tiene sentido seguir ampliando la red de carga rápida tras el anuncio de estas nuevas tarifas? ¿Van a aguantar mucho tiempo estas tarifas? Entiendo que todo esto forma parte de la política del Ayuntamiento de restringir cada vez más el vehículo privado, pero tiene sentido ser tan exigente con el VE?